He pecado (cantos gregorianos de fondo...) no... nada de eso. Lo que sí hice, en medio de mis acostumbrados zappings de tv., es ver y oir un poco a Francisco, digamos el papa Bergoglio, en Brasil, ante miles de jóvenes.
Mas allá de que frases del estilo de: "La iglesia no es una ONG", ya las venimos escuchado desde púlpitos evangélicos mucho antes, Bergoglio suena consistente. Digo "suena", y se consiste con lo que se ha visto de él antes de ser Francisco; el hombre ha caminado las calles, y se ha ensuciado los pies y la ropa unas cuantas veces cerca de gente necesitada, lejos de lo "famoso" que ya era aquí.
Qué puedo decir? Mas allá de todo, me sorprendió ver a Bergoglio, que ahora es tan famoso y tan importante para el pueblo católico, tan cerca de la realidad. Pensé en quienes hablan de Dios, y están demasiado lejos de la realidad de los más necesitados, o demasiado rodeados de staffs como para ver mas allá. Tan cerca del show bussiness, y tan lejos de los barrios. Tan cerca de la vida corporativa y los nombres como marcas registradas, y tan lejos de la pobreza de la vida y del corazón de quienes los siguen.
Tan cerca de las cámaras, de lo mega-requetemega, y tan lejos de la realidad.
O será el insomnio que me hace pensar estas cosas. Pero es mejor estar despierta. Mejor estar con el corazón despierto.
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