13 de febrero de 2014

Mi Valiente

Regalo chocolates porque sí, no por un día en particular. En realidad, regalo pocos, y como algunos más. 
No sé si fue un santo y si realmente se llamó Valentín. 
Y no me emociona saber que en algún momento de la historia, dos se casaron en secreto, gracias a un buen hombre que ya sea por creer en el amor "a pesar de", o por un arrebato emocional, ofició la ceremonia. 
No me identifico con San Valentín, pero sí con la connotación de ese nombre. Y es precisamente eso, lo que me trae a la memoria del corazón a alguien especial. Alguien que no tiene ese nombre, pero lleva sobre sí su esencia. 

El que se atreve a querer de mí lo lindo y lo menos lindo. Y soporta lo insoportable de mí. El que sigue abrazándome al pasar el tiempo, y al pasar las idas y vueltas. El que atraviesa montañas de ocupaciones, mares de sueño, vientos de susurros, para llegar al puerto de mis pensamientos, desde los suyos. 
El que da amor disfrazado de cariño, y escucha mis penas, y busca ayudarme. Que combate conmigo contra las sombras enormes de mis propios miedos. El que me ha pensado como yo a él. El que tiene el valor de dar sin esperar a cambio. Es mi Valiente. 
Y celebro su día, a mi manera. Y le digo: Es tu día, Felicidades. 
Y ambos sonreímos, viéndonos.


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